UNA MANIJA QUE ME DABAN PARA HACERLO ESTABA SIEMPRE EN MI MANO, DEJANDO ATRÁS Y VOLVIENDO A CRUZAR LUGARES LLENOS DE ENTES DEAMBULANDO A VECES A LOS GRITOS DICIENDO COSAS SIN SENTIDO, OTROS SEMIDESNUDOS ARRASTRANDO SU ROPA POR EL SUELO SUCIO DE PISADAS EMBARRADAS, OTROS MÁS "CUERDOS" HABLÁNDOME DE DIOS ME SEGUÍAN PARA CONTARME CUÁL ERA EL 15° MANDAMIENTO QUE EL ARCÁNGEL LES MANDABA PROPAGAR, ALGUNO HABLANDO CON SU GEMELO MALVADO "INVISIBLE"... COMO SI ESTUVIERA EN UNA FERIA CON DISTINTOS PUESTOS AL PRINCIPIO ME LLAMABAN LA ATENCIÓN CADA UNO DE ELLOS PERO APRENDÍ A DEJAR DE VERLOS...
LAS PUERTAS SEPARABAN LOS VIOLENTOS DE LOS LOQUITOS LINDOS Y LOS DISCAPACITADOS...
LAS PUERTAS DE ACERO, PESADAS Y SIN VENTANAS ( APENAS ALGÚN HUECO PARA VER DEL OTRO LADO UNA POSIBLE EMBOSCADA ) ME MOSTRABA CADA DÍA QUE ESE PODÍA SER "ÉL" DÍA EN QUE ME COMIERA UNA TROMPADA, UN INTENTO DE MUERTE O UNA VIOLACIÓN.
SI ME HUBIERA QUEDANDO VIENDO CADA UNA DE ESAS POSIBILIDADES TAL VEZ ME HUBIERA IDO DE AHÍ ASÍ COMO LLEGUÉ... PERO NO.
ME QUEDÉ PORQUE MI YO CUIDABA DE MÍ... PODÍA DECIR LO QUE ELLOS QUERÍAN OIR, PODÍA HACER LO QUE ELLOS QUERÍAN VER...
AHORA QUE RECUERDO DESDE LO LEJOS, DESDE MI ESCRITORIO, ES QUE NO ERAN POCAS LAS PUERTAS QUE TENÍA QUE CRUZAR TODOS LOS DÍAS... POR ALGUNA RAZÓN TODAVÍA TENGO LA MANIJA EN MI BOLSO, NO SÉ PORQUE´ LA LLEVO A DONDE VOY.
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